Prefacio/ Tierra de sombras/ La niña a la que se le cayó la cara/ Dios D./ Carlos H., maestro de esta farsa/ El acompañante/ El hombre que encerró la lluvia/ Reflexiones de un caído/ Historias del par impar
yo quisiera señor si es que usted fuera bueno un "aplauso cerrado" un patin averiado y un discurso solemene que quiza fuera en viernes en mi hornito apagado...
Uy! Una bella cronopio! Me caso, me caso y me caso y además ratoncita... Te mando los votos. Me tomé la libertad de escribir también el tuyo; me tuve poca fe, tenés chance de arrepentirte.
Cecil Day Lewis
Viniste; hiciste bien. Yo te esperaba.
Safo
Ven y vive conmigo, se mi gata. Llevemos una vida de cronopios. De la cama el sueño, saciados en los platos rellenos de relojes y de caridad.
Descargaré bolsas con flores en los puertos; verás paté en tu comida fofa. A la tarde, en la radio de los famas, nos trinará el Pájaro en be-bobs
Vendrá el invierno a devastar tus mejillas, y a los bigotes seguirán los colmillos. El sofá chico será una cordillera
De tanto empacho en platos de relojes, no habrá boca que se abra hasta tragarnos. La humedad te besará la piel, nunca los huesos.
Si te tienta esta vida de cronopios, ven y vive conmigo, se mi gata.
Walter Raleigh
Si el mundo y el amor fueran jóvenes y la verdad estuviera en la boca de cada poeta, podría vivir contigo y ser tu gata.
Pero los cronopios se afaman, y las flores, sin su frescor, son más pesadas. Charly Parker murió, también Cortazar.
Seis meses, el sol calienta la tierra de los parques. Seis meses, hay que acurrucarse en diarios olvidados. La calle es linda en primavera, triste en invierno.
Los platos que me llenas de futuro no pasarían la noche a la intemperie. La inocencia los infla, la razón los consume.
Jamás hubo alegría sin descanso, ni habrá tristeza que se duerma nunca.
Pero si la juventud durara –y el amor-, podría vivir contigo y ser tu gata.
Ay! Si la verdad estuviera en la boca de cada poeta... Tenía presente que te debía más poemas. La cosa es que los que te mandé parecían escritos para vos, pero ya los tenía de antes. Como venían al pelo te los mandé, pero después me entró la culpa y me dije que el próximo sí iba a ser solo tuyo. La noche que abrí y vi que pedías más, me puse a buscar por internet algún poema para versionar. Encontré una canción muy linda de Chico "Historia de una gata". Esa noche cayeron dos estrofas, pero me tranqué y lo dejé por ahí. Después pasó el tiempo y pensé que te habías olvidadoo del asunto. La semana pasada abrí y vi que no. Hoy recuperé un disco de Chico que creía perdido y, entre la alegría por el reencuentro y la alegría por tu recordación, cayó el resto del poema. Que buena que quieras ser la gatita porque la cosa va justo por ahí...
Era que era león y en mi selva se dormía al despertar. Era que eras leona y soñabas mi selva y mi vigilia.
O si no; era que era paté y era que eras lengua; era que era ratón y era que eras uñas.
Era que no es que es cierto que a todo sueño sigue un despertar. Pasando la lámpara del cuarto, hay una noche que no tiene fin; porque te fuiste a ver lo que no es, sin avisarme, y soy sólo yo para mí y para nadie, nada.
Estas palabras enormemente cuidadas, irreverentes pero con gran clase, fantásticas en sumo grado, provocan un deleite del intelecto antes que de los sentidos, o de la emoción desbordada. El leve humor a lo Saki (que no en vano abre con un epígrafe la selección) y una galería de personajes solitarios y melancólicos, a lo Alejandro Dolina, no impiden que predomine ampliamente una sensibilidad propia para lo sobrenatural, encantadora y encantada.La intertextualidad, aunque presente, no abruma. La implacable lógica de los desarrollos, es más, una gran capacidad lógica para la concatenación de sofismas (salvo los textos breves; verdaderas joyas) no opacan un espíritu delicado y nunca altisonante. Caracterizan verdaderamente a estos relatos, sumamente originales en nuestro panorama literario actual, sin influencias evidentes ni mayores localismos (salvo alguna guiñada topológica u onomástica: «Demovionte», «Ruben D’Alba», «Mariana Figueroa»...) Este mundo de ingenio y delicadeza sin par, parece una confirmación notable de la excepción patafísica. Por momentos te quema la cabeza, realmente. En otros instantes, se limita a susurrarte y sugerirte interpretaciones. Como la poesía misma, sin ir más cerca.
8 comentarios:
yo quisiera señor si es que usted fuera bueno un "aplauso cerrado" un patin averiado y un discurso solemene que quiza fuera en viernes en mi hornito apagado...
Uy! Una bella cronopio! Me caso, me caso y me caso y además ratoncita...
Te mando los votos. Me tomé la libertad de escribir también el tuyo; me tuve poca fe, tenés chance de arrepentirte.
Cecil Day Lewis
Viniste;
hiciste bien.
Yo te esperaba.
Safo
Ven y vive conmigo, se mi gata.
Llevemos una vida de cronopios.
De la cama el sueño, saciados en los platos
rellenos de relojes y de caridad.
Descargaré bolsas con flores en los puertos;
verás paté en tu comida fofa.
A la tarde, en la radio de los famas,
nos trinará el Pájaro en be-bobs
Vendrá el invierno a devastar tus mejillas,
y a los bigotes seguirán los colmillos.
El sofá chico será una cordillera
De tanto empacho en platos de relojes,
no habrá boca que se abra hasta tragarnos.
La humedad te besará la piel, nunca los huesos.
Si te tienta esta vida de cronopios,
ven y vive conmigo, se mi gata.
Walter Raleigh
Si el mundo y el amor fueran jóvenes
y la verdad estuviera en la boca de cada poeta,
podría vivir contigo y ser tu gata.
Pero los cronopios se afaman,
y las flores, sin su frescor, son más pesadas.
Charly Parker murió, también Cortazar.
Seis meses, el sol calienta la tierra de los parques.
Seis meses, hay que acurrucarse en diarios olvidados.
La calle es linda en primavera, triste en invierno.
Los platos que me llenas de futuro
no pasarían la noche a la intemperie.
La inocencia los infla, la razón los consume.
Jamás hubo alegría sin descanso,
ni habrá tristeza que se duerma nunca.
Pero si la juventud durara –y el amor-,
podría vivir contigo y ser tu gata.
oh, no ...
pero si la juventud durará y el amor...
el amor dura poquito...
mejor seré yo tu gata y tú serás mi ratoncito...
Ay! Si la verdad estuviera en la boca de cada poeta...
Tenía presente que te debía más poemas. La cosa es que los que te mandé parecían escritos para vos, pero ya los tenía de antes. Como venían al pelo te los mandé, pero después me entró la culpa y me dije que el próximo sí iba a ser solo tuyo.
La noche que abrí y vi que pedías más, me puse a buscar por internet algún poema para versionar. Encontré una canción muy linda de Chico "Historia de una gata". Esa noche cayeron dos estrofas, pero me tranqué y lo dejé por ahí. Después pasó el tiempo y pensé que te habías olvidadoo del asunto. La semana pasada abrí y vi que no. Hoy recuperé un disco de Chico que creía perdido y, entre la alegría por el reencuentro y la alegría por tu recordación, cayó el resto del poema. Que buena que quieras ser la gatita porque la cosa va justo por ahí...
Chico Buarque
Mi mundo eran seis puertas, dos ventanas,
comida en el plato y sueño en el sillón.
A toda hora el cobijo
A toda hora la costumbre.
Los gatos nacemos sin nada
y a nada nos atamos.
Ni señora, ni señorita,
será una gata nunca.
En casa me decían "No te salgas"
pero es difícil quedarse en una misma
cuando es noche y afuera canta un gato.
Los gatos nacemos sin nada
y a nada nos atamos.
Ni señora, ni señorita,
será una gata nunca.
De mañana, vuelta a casa.
Y en la puerta mi plato
y mi despido.
Los gatos nacemos sin nada
y a nada nos atamos.
Ni señora, ni señorita,
será una gata nunca.
"los gatos nacemos sin nada y a nada nos atamos", gracias por escribir, ahora puedo dormir
Gracias a vos por los poemas. Te mando un sueño...
Chico Buarque ii
Era que era león
y en mi selva se dormía al despertar.
Era que eras leona
y soñabas mi selva y mi vigilia.
O si no;
era que era paté
y era que eras lengua;
era que era ratón
y era que eras uñas.
Era que no es que es cierto
que a todo sueño sigue un despertar.
Pasando la lámpara del cuarto,
hay una noche que no tiene fin;
porque te fuiste a ver lo que no es, sin avisarme,
y soy sólo yo para mí y para nadie, nada.
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